Para padres y madres comprometidos con la educación de sus hijos(as)...
Todavía estamos a tiempo...
¿Qué podemos hacer?
Comunicación permanente
Los padres deben mantener con su hijo una comunicación permanente y fluida. Esa relación debe ser respetuosa y altamente afectiva. Su hijo debe saber que las experiencias que vive en el colegio, los comentarios que hace y los sentimientos que expresa son escuchados por una persona que lo comprende, que lo acepta sin condiciones.
Crear un espacio físico
Es bueno contar con un lugar o ‘rincón’ adecuado que motive a trabajar y establecer periodos de tiempos similares todos los días. Eso ayuda mucho, crea hábitos y los niños logran terminar las tareas del día. De forma paralela se debe establecer un periodo para apoyar al niño en la realización de sus tareas escolares.
Evitar periodos largos
Hay familias que le dan un periodo prolongado de tiempo a la actividad escolar y hacen muy tedioso el tema de la realización de las tareas escolares. Se deben establecer tiempos cortos y motivarlos. Si el niño termina su tarea en menos de una hora, si no es mucha, hay que animarlos, por ejemplo, dejando que luego pueda ver su programa preferido.
No dejarse manipular
Hay que ser claro y no dejarse manipular por los niños. Ellos le pueden decir al papá y a la mamá “más tardecito hago la tarea, o quiero ver primero ese programita de tele”, pero el mensaje de los progenitores debe ser consistente, firme y decidido para que su hijo comprenda desde temprana edad que el deber hay que cumplirlo y no se negocia. Esto último obviamente dentro de los márgenes de flexibilidad saludable, donde se deje claro que el niño entienda la diferencia entre la norma y la excepción. La rigidez no es para nada recomendable.
Visitas periódicas
Sin esperar la típica notita de la convocatoria por algún problema que se esté presentando, los padres deben acercarse al colegio, por lo menos, después de un mes, para ir conociendo a la nueva profesora, acercarse a las personas de la institución con las que se pueda dialogar y compartir aspectos que podrían ser importantes para apoyar al estudiante.
Evitar mensajes confusos
Evitar los mensajes confusos y ambiguos, contradictorios entre los progenitores. Por ejemplo, cuando la mamá le da la orden bien específica de hacer las tareas y el padre desautoriza o viceversa. En este aspecto los padres deben ponerse de acuerdo.
Hábitos de estudio
De manera temprana hay que crearle buenos hábitos de estudio. Es muy importante ser perseverante en este tema.
Es uno de los aspectos que más cuesta a la familia, para
ello es bueno tener claro una agenda de actividades.
Acudir al primer llamado
Porque muchos padres acuden sólo cuando ‘el incendio’ está bastante avanzado. Esa primera visita es importante y tanto el padre como la madre deberían hacer una pausa en el trabajo.
Vale la pena el esfuerzo y asistir al primer llamado. Escuchar con atención y apertura las recomendaciones del profesor. Hacer las preguntas que sean necesarias, establecer convenios y estrategias, evitando asumir una actitud defensiva o protectora sobre el niño.
La profesora me dijo...
Evitar comentarios del tipo “me dijo la profesora que todas las clases te la pasas jugando o molestando...”. Es preferible informar al hijo sobre la entrevista. Haciendo énfasis en los aspectos positivos y no sólo los aspectos negativos, porque enfocar sólo en lo negativo genera un distanciamiento afectivo entre la profesora y el estudiante. El niño empieza a crear cierto rechazo a su profesora que sólo ha tenido ojos para ver lo negativo y ha sido muy poco hábil para darse cuenta de aspectos positivos.
Conocer
Hay muchas formas de aprender. Lo importante es reconocer la procedencia y los intereses del niño y sus aptitudes generales para el aprendizaje. Éstos son aspectos que hoy en día no se están tomando en cuenta.
Apoyo afectivo
Apoyar el proceso de aprendizaje escolar sin descuidar los procesos de desarrollo emocional o afectivo. Ambas dimensiones forman parte del desarrollo integral de su hijo. Preste atención y observe de qué manera se divierte, qué tipo de juegos disfruta, cuántos amigos tiene. si lleva amigos a casa, para qué actividades lo buscan los compañeritos. Todo estos aspectos son tan importantes como saber resolver un problema matemático o exponer con fluidez.
Apoyo de especialista
La familia debe estar apoyando desde el primer momento, brindado su tiempo y su ayuda, y si aún el niño sigue presentando un bajo rendimiento académico, es momento de buscar ayuda, un apoyo especializado
Santa Cruz de la Sierra - Bolivia, Domingo 17, febrero de 2008
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